En el corazón de las montañas de Antioquia, Colombia, se sigue tejiendo una historia de aprendizaje, colaboración y esperanza.La Ola SOLEra llegó a esta región a través del programa Hilando Vidas y Esperanza de USAID, implementado por OIM.Durante tres días SOLEamos, compartimos, aprendimos, nos conocimos y nos conectamos para usar el Internet en grupo con 3 comunidades: La Guayana, Kilómetro 15 y Altos del Tigre.
Nuestra aventura comenzó en la pequeña pero vibrante comunidad de La Guayana, en Anorí. Desde el momento en que llegamos, sentimos la calidez y la generosidad de su gente. Iniciamos la visita de Sintonización formando a 5 nuevos Embajadores que se lanzaron a hacer su primer SOLE resolviendo la Gran Pregunta elegida por la comunidad: ¿cómo se creó el Internet sin Internet?
Esta pregunta surgió de la situación en la comunidad de la Guayana, su comunidad no tiene Internet ni señal móvil, así que nuestro equipo técnico SOLEro con todos los recursos Cacharreros se puso manos a la obra y logramos tener mínimos de señal en cortos momentos. A pesar de que la conectividad a Internet era intermitente, la comunidad no se desanimó. Con pocos momentos de conexión, logramos un breve intercambio con las Abuelitas, su mensaje saludando a la comunidad hizo toda la diferencia y pudimos responder la Gran pregunta.
En la Guayana, las limitaciones se convirtieron en fortalezas, el poder del trabajo en equipo y el ingenio colectivo contagió a los Embajadores de muchas preguntas, curiosidad, energía y entusiasmo para hacer más SOLEs en su comunidad.
Nuestra siguiente parada nos llevó a la comunidad de Kilómetro 15, en Valdivia. Aquí, cuatro embajadoras y un embajador se prepararon intensamente para guiar a su comunidad en un nuevo desafío SOLEro. La Gran Pregunta que investigaron usando el internet en grupo nos dejó con los pelos de puuunnuntaa..: ¿qué pasa cuando alguien muere?
Intrigados por la pregunta, los participantes del SOLE buscaron respuestas que incluían aspectos científicos, espirituales y culturales de la muerte. La presencia de las Abuelitas que se conectaron al encuentro añadió una capa de sabiduría y experiencia, enriqueciendo todo el proceso de aprendizaje y la discusión final del SOLE.
El último día de nuestro viaje SOLEro nos llevó a Altos del Tigre, donde fuimos recibidos con una energía vibrante y contagiosa. Cuatro embajadoras lideraron la sesión SOLE con una Gran Pregunta que resonó profundamente en todos nosotros: ¿por qué las mujeres son discriminadas?
Utilizando el Internet en grupo, los participantes investigaron sobre la discriminación de género. La discusión fue apasionada y reveladora, con cada miembro del grupo aportando sus perspectivas y experiencias. La presencia de nuestra nueva Exploradora Hiladora y la conexión con las Abuelitas conectadas desde Holanda y la Costa Atlántica Colombiana enriquecieron aún más la experiencia. Este día no solo llegamos a una respuesta, sino que también construímos el firme compromiso de continuar la lucha por la igualdad de género.
Nuestro viaje en las visitas de Sintonización ha sido una aventura profundamente transformadora. Hemos visto cómo hacer SOLE permite la colaboración entre personas de cualquier edad, promueve el pensamiento crítico y el desarrollo de habilidades comunicativas. Cada parada en nuestro camino ha sido una lección sobre todo lo que puede desbloquear el aprendizaje colectivo.
Gracias a las comunidades de La Guayana, Kilómetro 15 y Altos del Tigre por acompañarnos en esta travesía y por unirse al parche SOLEro ¡Nos vemos en los Montes de María!
